Se incluye a los Graduados en Ingeniería de la rama industrial
De esta forma, la organización colegial queda plenamente actualizada a las nuevas titulaciones de Ingeniería y armonizada con las organizaciones profesionales de Ingenieros del resto de países a nivel mundial.
La nueva denominación contribuirá a clarificar la adscripción de los titulados de Grado en Ingeniería a los colegios profesionales que engloba el actual Consejo General: cincuenta Colegios provinciales y siete Consejos autonómicos.
El COGITI basó su decisión de modificar la denominación corporativa en la falta de correlación entre la denominación actual del Consejo General y las titulaciones que otorgan acceso a la profesión de Ingeniero Técnico Industrial, como son las de Ingeniero Eléctrico, Mecánico, Químico, Electrónico, Textil…
Hasta la implantación del Espacio Europeo de Enseñanza Superior (EEES), se mantuvo la coincidencia en la denominación del Consejo General y de los Colegios con la de los títulos académicos habilitantes para el ejercicio de la profesión. Sin embargo, desde hace años, las Universidades españolas ya no imparten la formación dirigida a la obtención del título de Ingeniero Técnico Industrial, sino las titulaciones correspondientes de Grado que, cumpliendo los requisitos previstos en la Orden CIN/351/2998, de 9 de febrero, habilitan para el ejercicio de la profesión de Ingeniero Técnico Industrial.
El objetivo de la nueva denominación, por lo tanto, no es incluir la referencia a un exclusivo título, sino al conjunto de los que permiten el acceso a los Colegios agrupados en el COGITI. Por ello, la forma de aglutinar los títulos de Grados a través de la mención a la “rama industrial” de la Ingeniería se considera adecuada al fin perseguido, como recoge también el informe emitido por el Consejo de Estado, a petición del Ministerio de Industria, Energía y Turismo.
El Presidente del Consejo General, Jose Antonio Galdón Ruiz, se ha mostrado muy satisfecho por esta modificación que incluye a la nueva generación de Ingenieros del siglo XXI, y que sin duda refuerza las bases de una profesión necesaria y reconocida, a nivel europeo y mundial.